El Estadio Santiago Bernabéu, sede de la final, reuniría a 90 000 espectadores el 11 de julio de 1982 para presenciar el encuentro entre ambas selecciones. El crack portugués, que no había vuelto a jugar con el combinado nacional desde que Portugal se proclamó campeona del mundo , jugó su último encuentro con la camiseta portuguesa en un amistoso en Gondomar en el que el combinado luso perdió por 2-3 ante Bélgica.